Kabuki Madrid – Madrid

Sinceramente el personal de la sala es increíble. Nos trataron genial y muy atentos a nuestras críticas constructivas. 2 estrellas a la cocina. Sinceramente fue una decepción. La separación de los kabukis se nota donde quedó la parte de la cocina. El punto picante no lo llego a entender y me encanta la cocina fusión, pero en este caso creo q o haces mexicano o haces japo. La convivencia de ambos en la cocina no es trivial. Puede ser que también tuvimos mala suerte y nos encontramos ya sesgados por este hecho. Las almejas crudas (luego nos ofrecieron cambiarlo, ya os digo, ningún problema con la sala). El rollito de cochinita, parecía de esos sushi-bar cualquiera. No nos dijo nada. Luego unos niguiris de toro, calamar y gamba que no nos dijeron mucho, muy simples. Unas vieras con un fondo que picaba la De Dios. En fin, un poco desastre.

Ayer cenamos en el nuevo Kabuki. El local es espectacular y el servicio amable y pendiente de los clientes. La calidad del pescado es de primera, pero diría que no alcanza el nivel y sabores de su anterior socio Ricardo Sanz. De lo que pedimos destacaría el tako sunomono aguachile y las almejas con una salsa asiática buenísima. Los tiempos entre plato y plato algo lentos. No pongo más de 3 estrellas en la comida porque el precio es elevado y la espectativa que teníamos era más alta.

Una experiencia increíble. El local está decorado con mimo, con un ambiente agradable y un servicio de diez, pero si hay algo que destacar son los platos. Deliciosos, muy logrados y con una buenísima calidad de los productos. Si tengo que quedarme con dos, recomiendo los niguiris con huevo y el tartar de atún, ¡pero es una difícil elección! Me lo guardo para sorprender a las visitas que vengan a Madrid, muy recomendable. Gracias al equipo de Kabuki.

Una experiencia muy placentera, sabores y platos deliciosos. El trato del personal excepcional. El restaurante precioso, acogedor y una iluminacion increíble. Muchas gracias

Aquellos que conocen todos los Kabuki que han abierto en la geografía española, reconocerán en este Kabuki la esencia de la marca tanto culinariamente, hay muchos de los platos creados por sus cocineros a lo largo de historia -se ve el trabajo de Alejandro Durán, pero aparece la mano de algunos de los cracks ocultos de la marca de los últimos años como David Rivero, Victor Serrano o Rafa Carrasco-; como estéticamente, siempre pensé que diseñador de interiores ha estado influido por la sombra de Tanizaki, aunque tengo reconocer que en este local se ha superado, porque ha conseguido equilibrarlo con una iluminación y un sonido personalizados que lo llevan a otro nivel: ese detalle nada baladí de tener luz propia en cada mesa y la música acompañándote, pero no fastidiando la comida, es lo más. Me quedo en esta primera visita con el Nigiri de Ankawa y el postre de Kabuki Brioche. El primero es brutal, esta nueva versión es una delicatessen de rodaballo que ya sabía que los japoneses adoran, pero, al comerlo aquí, uno se da cuenta de por qué. Y el segundo, porque tradicionalmente los postres no han sido el plato fuerte de la marca, pero con este Brioche con helado artesano de yuzu, más de uno irá sólo a comerlo. Además del restaurante, tiene un bar que puede marcar un antes y un después en una zona tan comercial. Eso de poder ir, tomar un picoteo -sin entrar en el restaurante-, casi a cualquier hora desde la 13.30, es maravilloso. Una carta de comida corta, pero ideal acompañar una copa y seguir el camino o hacer la sobremesa, ahora que tantos restaurantes no lo permiten. Impresiona de este bar la carta de whiskys, no se suelen ver cosas así en el Foro, una selección divina de whiskys japoneses y una vertical de Macallan que solo los amantes de estos destilados podrán apreciar en su justa de medida. Yo por mi parte me quedo con DF Cóctel, una versión de autor del Tom Collins, porque aquellos que conocimos los del ya desaparecido Sudestada, sabemos que es un homenaje en toda regla a la marca y al nivel que marcó.

Maravilla. Desde la entrada, su paso por barra, la comida…. LA ATENCIÓN (en mayúsculas porque fue excelente). Fuimos a conocer el restaurante y nos encantó. Merece la pena dedicar tiempo no sólo a la comida si no a su cava de vinos y por supuesto la selección de destilados; gran colección! Es un MUST este lugar. (Ya tengo sitio para celebrar aniversario ) .

El espacio esta muy bien, pero por el precio es exagerado por la calidad. He comido en mejores japoneses. Pagas el nombre

Restaurante de comida japonesa espectacular, sitio elegante y con mucho gusto, pedimos los platos fuera de carta y fue todo un acierto