Restaurante Chino y Sushi Gran Shanghai – Santa Cruz de la Palma

Un lugar un poco pequeño pero acogedor , la comida es espectacular , recomiendo la sopa de wan tun , el pato pekin tenia el pato muy mal emplatado , el chico que me atendio muy bien y con ganas de trabajar . La camarera , le falta mucho rodaje , no trajo las servilletas , ni el vino , cuando lo trajo fue blanco y era tinto , falto el plato de servir . Y trajo toda la comida junta primero y segundos , lo q hizo que se enfriara todo.

Santa Cruz de La Palma, capital de la isla de La Palma cuenta en los últimos años con nuevas ofertas gastronómicas, que diversifican el abanico del paladar de propios y foráneos. Sito en una casona típica de la arquitectura urbana y característica de la isla donde la piedra, la madera de tea y cubierta de teja forman un maravilloso conjunto de armonía singular, irrumpe con fuerza arrolladora la cocina oriental que a mi particularmente me fascina. Ligera, sabrosa, cargada de texturas, aromas únicos, salsa agridulce, zumo de limón, bambú, fideos, carnes y pescados, verduras,… son algunas de las propiedades y materias primas que confluyen en platos bien elaborados sin más pretensión que agradar al cliente, y que éste salga satisfecho como fue el caso de servidor y su amigo Álvaro, veterano de mil y una aventuras del yantar juntos entorno a una buena mesa. El Gran Shanghai nos atrapó con la magia oriental de su cocina. Saturados de los fastos navideños decidimos probar fortuna en este local que dispone de mesas en la acera amplia de la avenida Marítima, así como en la primera planta de esta casa muy canaria y palmera donde los comedores son íntimos y acogedores. De entrada los rollitos primavera y la salsa agridulce no pueden faltar en nuestro paladar. Un entrante ligero con el punto de carne y verduras adecuado. Fabulosos!!. Cómo ya sabemos que el chef chino emplata en abundancia, decidimos compartir el resto de las propuestas: tacos de cerdo agridulce rebozado con macedonia de frutas, pechuga de pollo al limón y un platazo de fideos con verduras, pollo y huevo. Una maravilla, poca grasa y un resultado único de no afectar en demasía la digestión. La costumbre manda, para los que desconocen la sabiduría oriental, terminar la comida con una buena copa de lichi, el níspero chino que para mi es una fruta ligera y que apetece en cualquier tiempo. Por todo ello, les recomiendo el Gran Shanghai donde la variedad en la carta cubre el gusto de los comensales más exigentes. Si a eso sumamos su ubicación céntrica, el disfrute de las mesas exteriores o los comedores cómodos en su interior con vistas de privilegio, éste local cumple con las expectativas de los amantes de la comida china y a precio moderado, sobre 20 euros/persona, incluídas las bebidas. Buen provecho!!.

Gran sitio buen servicio buena comida y precio adecuado y con vistas al mar para repetir.

No sabíamos que la vida era tan amarga hasta probar ese pollo con almendras del menú . Retrogusto que nos acompañó toda la tarde a pesar de solo probarlo y devolverlo al cocinero pedir otros platos y otra Fanta para intentar olvidarlo y SORPRESA. El pollo que volvió a cocina apareció en la cuenta. Pagamos por supuesto indicando nuestra disconformidad y el cocinero además nos da las gracias en lugar de una disculpa. En fin. No parece les interesen clientes fijos. Así le pueden dar el pollo a otro . Si quieren.

Comida muy rica y a muy buen precio, estuvimos cenando en la terraza y la verdad que estuvimos muy agusto, muy buena calidad precio en el paseo! Los trabajadores del local son muy agradables!

Sadly is time to update my rating for the place. Dirty, full of flies and the rice as well as the chicken was terribly dry and tasteless. Do not recommend to eat here however is still an option for delivery. Not option B or C, but maybe a solid H.

Chinese restaurant in Spain have the best Sangria ;)

Todo mal, pedimos para llevar, era una comida con huevos y verduras. No tenia huevo, y tenia dos tipos de verdura, mal cocinados. La comida grasa, casi me lo acabo con una cuchara, y desabrido como el demonio. Permanecerá en mi nevera hasta que se pudra y lo tire, porque no me gusta tirar “comida”